Estrés y respiración

El estrés es una respuesta natural que nos prepara para enfrentar las situaciones que se presentan, desde las cotidianas y normalmente inocuas, hasta las más amenazantes. El estrés puede resultar de estímulos internos que interrumpen, al menos temporalmente, la homeostasis necesaria para que el organismo funcione adecuadamente, como dolor, baja oxigenación, fiebre o infección. También los estresores externos producen estrés, tan nimios como una llanta pinchada o tan serios como un accidente o la muerte de un ser querido. Además, los seres humanos nos estresamos por todo aquello que imaginamos podría ocurrir, aun en ausencia del riesgo o que su probabilidad de ocurrencia sea baja. Piense, por ejemplo, en esas noches en que no puede conciliar el sueño porque le asaltan pensamientos catastróficos en los que imagina que podría enfermar, perder el vuelo u olvidar el discurso que ofrecerá al día siguiente.