OPINIÓN

En un mitin partidista la Presidenta vuelve a impulsar la decisión más autodestructiva de su gobierno

¿Estadista?

Denise Dresser EN REFORMA

4 MIN 00 SEG

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"Una estadista". "La que mejor le susurra en el oído a Donald Trump". "Una líder a escala mundial". Así los halagos a Claudia Sheinbaum en estos tiempos. Así las palabras rindiéndole pleitesía a la Presidenta. Aunque es loable la cabeza fría que le ha comprado tiempo ante las amenazas de Trump, el país merece un análisis menos apoteósico. Detrás de la popularidad personal y el aclamo partidista hay realidades inescapables. La espada de Damocles que el trumpismo blande sobre nuestro cuello no ha desaparecido. La desaceleración económica y la crisis de las finanzas públicas continúan. La reforma judicial con la cual el gobierno dañará al país prosigue sin freno. Antes de alzar a Claudia Sheinbaum en hombros habría que resaltar lo que una verdadera estadista no ignoraría.