Fernando Ortiz no solo renunció a su cargo como técnico del América, renunció a las formas que exige el equipo más ganador de México. Increíble lo que le sucedió en el Estadio Azteca, en propio terreno y ante el acérrimo rival. Ésta debe ser una de las más lamentables y dolorosas eliminaciones para el América. Imperdonable e inadmisible por donde se le vea considerando que es el único equipo verdaderamente obligado a trascender.