Escribir en la Edad de Plomo
En 1994, cinco escritores mexicanos creamos un grupo literario al que le dimos el equívoco nombre de Crack, en una suerte de homenaje, nunca bien entendido, hacia la generación del Boom. Nuestra broma en serio se saldó con la publicación de un manifiesto, a la manera de las vanguardias. Rechazábamos la etiqueta de marginales -y, por tanto, de exóticos- que entonces prevalecía como marca de fábrica de la literatura de la región. Admirábamos a García Márquez, pero renegábamos de la idea de que el realismo mágico fuese la encarnación del alma latinoamericana, como si solo la fantasía pudiese explicar nuestras calamidades. Frente a ello, invocábamos la tradición cosmopolita que siempre existió en el siglo XX latinoamericano.
(México, 1968). Es autor de la novelas En busca de Klingsor, El fin de la locura, No será la Tierra, El jardín devastado, Oscuro bosque oscuro y La tejedora de sombras. Y de ensayos como Mentiras contagiosas, El insomnio de Bolívar y Leer la mente. En 2009 obtuvo el Premio José Donoso de Chile por el conjunto de su obra. Sus libros han sido traducidos a 25 idiomas. En 2014 se publicará su novela Memorial del engaño.