Hace años vivía en un pueblo del sur de Alemania llamado Constanza y acepté una invitación para ver un partido de futbol por internet. Tigres vs. Puebla y, tristemente, todo terminaría en un aburridísimo 0-0.<BR><BR>Claramente no eran condiciones para enamorarse de nada. Pero pasó. Me enamoré de...