Y mientras aquí perdemos el tiempo en pentontadas, el mundo externo rueda y avanza vertiginosamente. Ejemplo impactante de cómo la tecnología escala en preponderancia, y cómo está cambiando el mundo, lo indica el ÉXITO inaudito de la empresa privada Nvidia. Este mundo es uno para el que México no se está preparando, pues nuestro Supremo Politburó tiene puestos sus ojos en el pasado y no en el futuro.