La demanda de petróleo se reducirá en el transporte vehicular en México en el mediano y largo plazo gracias a una mayor eficiencia energética, en sincronía con la electrificación del transporte que se dará a nivel mundial. Además, si México va a cumplir sus compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, establecidos en el Acuerdo de París, deberá lograr un cambio drástico en materia de movilidad, impulsando el transporte público y desincentivando el privado.