El mismo recinto que sus milicias asaltaron hace cuatro años sirvió de escenario para la coronación de Donald Trump. Hace cuatro años tomaron por asalto el Capitolio y amenazaban con colgar al vicepresidente. Todos ellos han sido perdonados por Trump. Juró lealtad a la Constitución en el mismo espacio donde sus combatientes pretendieron revertir por la fuerza el resultado de las elecciones de 2020. Los golpistas de ayer son los dueños del poder hoy. Más que una ceremonia republicana en la que se transfiere un poder acotado, lo que presenciamos hace una semana fue la entronización de un hombre que se declara el enviado de Dios para recuperar la gloria perdida de Estados Unidos. La Presidencia imperial, en todo su grotesco esplendor.
Estudió Derecho en la UNAM y Ciencia Política en la Universidad de Columbia. Es profesor de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey. Ha publicado El antiguo régimen y la transición en México y La idiotez de lo perfecto. De sus columnas en la sección cultural de Reforma han aparecido dos cuadernos de Andar y ver.