Encerrados en nuestras casas, nos damos cuenta que tenemos que aprender a gestionar nuestras emociones: estrés después de horas frente a las pantallas, miedo por la incertidumbre de nuestro mundo, tristeza por la normalidad perdida, ansiedad, etc. Para todas y todos, esta crisis sanitaria y el "quédate en casa" nos genera una multitud de emociones que burbujean en nuestro interior.