A todos los gobiernos les llegan momentos definitorios, crisis que los ponen a prueba. A George W. Bush le tocaron los atentados del 11 de septiembre, cuya respuesta bélica lo legitimó en la Presidencia, pero también el huracán Katrina en 2005 y la tardía respuesta significó el principio del fin de la era Bush. A Peña Nieto le tocó la crisis por los estudiantes de Ayotzinapa y la mentira histórica le quitó el manejo de la agenda y precipitó el fin de su sexenio. La forma en la que los líderes mundiales den respuesta a la actual pandemia de coronavirus puede elevar o enterrar la popularidad de cualquier Jefe de Estado, pero especialmente puede salvar miles de vidas o poner en riesgo a cientos de miles.
Politólogo por The New School for Social Research e Internacionalista por el ITAM. Profesor en la UIA desde el 2007 y en el ITAM (2005-2012). Coautor de varios libros académicos como Same Sex Marriage in Latin America: Promise and Resistance, La política exterior de México y ¿Qué es Estados Unidos? Analista político en CNN y el IMER. Conductor del programa Sin Filtro, en Televisa. Fue Subdirector de la Revista Foreign Affairs Latinoamérica.