OPINIÓN

El Vampiro

El Rompehuesos EN REFORMA

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Siempre he pensado que un luchador debe despedirse de este deporte en donde vivió sus mejores momentos, en donde logró lo más importante de su carrera, y en el caso del Vampiro, no está pasando así.

El Vampiro Canadiense debutó en la Arena México en 1991, como rudo, poco a poco fue escalando, a pesar de no tener grandes bases luchísticas, pasó al bando técnico y se convirtió en un fenómeno social.

Se fue a las nubes, se convirtió en el favorito de las damas, su 1.94 metros de altura, su figura, su estilo y su carisma lo convirtieron en el favorito de las mujeres, que llegaban por miles a los principales cosos de México con el fin de ver al luchador que se pintaba la cara, que vestía estilo gótico y poseía un imán especial.

Pero no fue solo en la lucha, tuve la fortuna de trabajar en Arena, la revista más importante de aquel entonces, donde teníamos la sección Dr. Vampiro, Ian Hodgkinson llegaba cada dos o tres semanas y se encontraba con cientos de cartas de niñas, adolescentes y mujeres que le pedían desde un consejo hasta una cita, pero algunas otras le contaban sus problemas, porque confiaban en él aún sin conocerlo, así de fuerte era el impacto del Vampiro.

Su calendario de 1993 marcó un récord de ventas, tres tirajes extras, era impresionante lo que vendía, vino el cine, las historietas, literalmente el luchador canadiense estaba en todo México.

Era tal el impacto del también llamado Vampiro Casanova, que el mundo del espectáculo vino a las luchas por él, actrices y cantantes llegaban a las principales arenas para verlo, para salir con él, sus romances fueron de impacto.

Como olvidar su pleito con el mismísimo Luis Miguel por Stephanie Salas.

Su lucha de cabelleras ante el Pirata Morgan refleja perfectamente el tamaño de ídolo que era, el 17 de julio de 1992 no cabía un alfiler en la Arena México, se pusieron unas pantallas gigantes en el estacionamiento y alrededor de cinco mil aficionados veían, gritaban y sufrían la batalla desde ahí.

Y como Ian no le podía fallar a sus fans, la batalla con Morgan llegó hasta el estacionamiento, para que los pudieran ver aunque sea por unos minutos.

Tuvo incluso una banda de rock, lo que lo hacía aún más atractivo para sus fans.

El camino del Vampiro tomó otras veredas cuando los aficionados empezaron a abuchearlo y solo eran ya las damas y niños quienes lo cobijaban.

Tuvo un paso interesante por varias empresas tanto nacionales como internacionales.

Después de 40 años de trayectoria, inició en Canadá en 1984, las lesiones, enfermedades y el tiempo le han pasado factura, y me parece perfecto que se retire.

Pero creo que después de todo lo que le dio a la lucha, del fenómeno social que fue, se merece una despedido al lado de los mejores gladiadores de la actualidad, de sus rivales clásicos y encabezando funciones, creo que es lo justo.

Y ya me voy, la rudísima y bellísima Thunder Rosa quiere mostrarme los looks con los que aparece en su página azul y quién soy yo para negarme.

Ahí nos vemos y recuerden... Soy un lujo, pero lo valgo.