Uno y otro se perciben infalibles; a ambos les causan sarpullido los críticos
No, nada los asemeja y nada debería, en realidad, aproximarlos. Opuestos. Némesis. Si Trump proviene nada más del privilegio -padre que le heredó millones, la fatuidad del jet set y los quince minutos de fama que otorga un reality show-, AMLO es justo lo que más aborrece -infancia pastoral en un rincón del país, horas y horas en interminables marchas y mítines a pie, horror evangélico al dispendio-, agua y aceite. Si el gringo se convirtió en el hombre más poderoso del planeta fue como un escalón más en su megalomanía hollywoodense, mientras que el tabasqueño debió pasar un sinfín de pruebas con tesón de profeta. Para el primero, la política es el arte de mantener a sangre y fuego las ventajas de su clase; para el segundo, la sublimación de la ira que le permitirá reivindicar a los que menos tienen.
(México, 1968). Es autor de la novelas En busca de Klingsor, El fin de la locura, No será la Tierra, El jardín devastado, Oscuro bosque oscuro y La tejedora de sombras. Y de ensayos como Mentiras contagiosas, El insomnio de Bolívar y Leer la mente. En 2009 obtuvo el Premio José Donoso de Chile por el conjunto de su obra. Sus libros han sido traducidos a 25 idiomas. En 2014 se publicará su novela Memorial del engaño.