Después de un año de venir incrementando las tasas de interés, el Banco de México se prepara para endurecer aún más su política monetaria, toda vez que todavía no se observan los resultados deseados. Por el contrario, la inflación sigue subiendo, las expectativas inflacionarias se están deteriorando en todos sus plazos, y la actividad económica no da señales de haber entrado a una fase de ajuste.