A los 8 años de edad, Juan, un niño de Tlayacapan, Morelos, se levanta a las 6 de la mañana y se prepara para ir a la escuela. Despierta a su madre y a dos de sus hermanos porque no quiere llegar tarde, tendrá que caminar 30 minutos y quiere estar a tiempo. Su sueño es ser médico. Un año antes quedó fascinado cuando el doctor de la clínica del pueblo salió con su pequeño hermano en sus brazos; había atendido el cuarto parto de su madre y le mostraba a su nuevo hermanito. Ese día, Juan decidió ser médico.