'El magnífico'
Guadalupe Loaeza EN REFORMA
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"Le magnifique", así llamaban a Jean-Paul Belmondo, por sus 80 películas, 50 años de carrera y más de 130 millones de espectadores quienes se encuentran profundamente tristes por su muerte, acaecida ayer lunes a las 8:00 am en su casa en París, a la edad de 88 años. "Bébel", como le decían también de cariño a este "french lover", hay que decir que sin ser un Adonis, era el galán más encantador y carismático del cine francés. "¿Te das cuenta lo guapo que soy?", preguntaba como parte de su parlamento en sus películas, siempre con su eterna sonrisa entre tierna y provocadora. Belmondo no tenía miedo a nada, así como huía sobre el techo de un avión o de un tren en marcha, así mismo rodaba las escaleras para incorporarse de inmediato, como si nada le hubiera pasado. Nunca tuvo un doble, interpretaba los "roles" más diversos y opuestos, de "la nouvelle vague", en su mayoría como un gánster o como policía detrás de los ladrones.
Descubrió quién es gracias a la escritura y al periodismo. Ha publicado 43 libros. Se considera de izquierda aunque muchos la crean "niña bien". Cuando muera quiere que la vistan con un huipil y le pongan su medalla de la Legión de Honor; que la mitad de sus cenizas quede en el Sena y la otra mitad, en el cementerio de Jamiltepec, Oaxaca, donde descansan sus antepasados. Sus verdaderos afectos son su marido, sus hijos, sus nietos, sus amigos y sus lectores