Esto ya parece una persecución hacia la Federación Mexicana de Futbol. Da la impresión que FIFA está acechando cada respiro de nuestra afición para venir con los castigos sin importarle cuántas campañas de concientización y cuánto esfuerzo se ha hecho para intentar erradicar algo que, lamentablemente, ya constatamos que no puede desvanecerse de la noche a la mañana. Digamos que sólo ve lo malo.