OPINIÓN

El INMABI

Denise Dresser EN REFORMA

4 MIN 00 SEG

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Alguna vez tuve una hermana. Se llamaba Luisa Genoveva, en honor a una tía abuela que la familia amaba, y era un nombre elegante. Llevaba años esperando que naciera para que yo dejara de ser hija única, solita. Ella, adorada. Ella, anhelada. Ella, mi muñeca, aprendiendo a gatear sobre la alfombra del estudio lleno de sol. Dormida en una canasta debajo del árbol de Navidad, el mejor regalo. Murió cuando tenía siete meses y yo siete años. Murió porque en el pequeño hospital rural al que nos llevaron, después de aquel accidente automovilístico en el cual lo perdí casi todo, no tenían el equipo ni la experiencia para tratarla correctamente. Murió cuando debió haber sobrevivido.