No quisiera ni imaginar lo que estaría sucediendo en estos momentos si la historia se hubiera escrito en sentido opuesto. Que América hubiera sido el goleado, el exhibido y el pisoteado como sucedió con las Chivas. Lo más probable es que Jardine hubiera salido a la conferencia de prensa con los minutos contados como entrenador o con una carta firmada de común acuerdo con la directiva para ponerle fin a su relación laboral con el Club América. Ni oportunidad le hubieran dado de regresar a Coapa para recoger la receta médica de su tratamiento post operatorio.