El golpeador
Guadalupe Loaeza EN REFORMA
Con sus dichos, Andrés Manuel López Obrador nos golpea, nos violenta, nos ofende, nos maltrata, nos ningunea, nos madrea, nos hiere y nos invisibiliza, como cualquier golpeador. Que yo recuerde, ningún Presidente antes, por corrupto, mal gobernador y autoritario que hubiera sido, había insultado tanto a las mexicanas. De allí que piense que un creciente número de mujeres no le creemos a Andrés Manuel López Obrador. Se equivoca, se contradice, pero sobre todo, niega la realidad en lo que se refiere a la violencia contra las mujeres. Escuchémoslo hablar con su estilo atropellado y exasperantemente pausado: "Se decía que iba a haber maltrato al interior de las familias... ¡Noo, noo...!", reitera con mucha vehemencia, "...al contrario, en una encuesta reciente se manifestó que una de las cosas que celebraba la gente es que hubo un reencuentro familiar, un porcentaje considerable de las cosas buenas que nos deja este mal, esta pandemia. Entonces se decía que iba a haber violencia interfamiliar...". No, no, señor Presidente, no se dice "interfamiliar", se dice in-tra-fa-mi-liar, es decir, dentro de la familia. Porque interfamiliar es entre familias. ¿De qué encuesta habla, quiénes son los autores, dónde se publicó, cuándo fue hecha? ¿Por qué siempre tiene otros datos, de dónde los saca? ¿Qué fue realizada en Suecia?
Descubrió quién es gracias a la escritura y al periodismo. Ha publicado 43 libros. Se considera de izquierda aunque muchos la crean "niña bien". Cuando muera quiere que la vistan con un huipil y le pongan su medalla de la Legión de Honor; que la mitad de sus cenizas quede en el Sena y la otra mitad, en el cementerio de Jamiltepec, Oaxaca, donde descansan sus antepasados. Sus verdaderos afectos son su marido, sus hijos, sus nietos, sus amigos y sus lectores