Desde el inicio de la pandemia, el sector de servicios de salud ha quedado en el foco de la atención mediática. Esto ha generado desde el agradecimiento colectivo hasta ataques a enfermeras (que incluyen agresiones con cloro hasta golpes...). Los profesionales de la salud están sobre expuestos al contagio y al mismo, obligados a atender a aquellos que están contagiados. No hace falta decir que su trabajo es meritorio en todos los sentidos. Pero en este contexto hay que resaltar que otro servicio básico de la Ciudad sigue operando prácticamente a pleno, con un riesgo altísimo y ya con una tasa de contagio y de muertes que supera (o está cerca de hacerlo) a los médicos/as, paramédicos/as, enfermeros/as, personal sanitario, etc.