Es fácil cuestionar la decisión de AMLO de darle a Trump un triunfo diplomático en plena época electoral, visitándolo en Washington para celebrar la entrada en vigor del nuevo acuerdo comercial (T-MEC). AMLO, después de todo, estará encontrándose a un Presidente que ha construido su proyecto político avivando el sentimiento antiinmigrante, insultando a México y a los mexicanos y vinculando la restauración de la grandeza estadounidense a construir un muro fronterizo.