OPINIÓN

El bien no se nota

Eduardo Caccia EN REFORMA

4 MIN 00 SEG

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Irene Vallejo ha escrito un libro imprescindible para entender la épica de lo que ha sido la invención de los libros, la escritura, el deseo narrativo tan ligado a los seres humanos; un viaje desde la oralidad de historias que se perdieron en el viento del tiempo y la memoria, hasta la posibilidad de dejar constancia transgeneracional por gracia de la imprenta (y ahora los archivos digitales). Al final de El infinito en un junco agradece a los anónimos salvadores de libros y bibliotecas; por ellos tenemos testimonios de otras épocas, que no existirían si el fuego, el agua, la polilla y el polvo, las guerras y hasta el desinterés, hubieran destruido esos signos que hoy llamamos letras, pasaporte a las palabras, renglones, páginas y tomos, de un viaje que no acaba.