La hostilidad de los lopezobradoristas contra el instituto electoral es vieja, lo nuevo es el contexto que le da otro significado: ya no están en la oposición y ahora las consecuencias de esa hostilidad son distintas. No es igual que un candidato perdedor se niegue a admitir su derrota y le eche la culpa al árbitro, a que la órbita de un presidente de la República con mayorías en el Congreso se dedique a asediarlo permanentemente. Y no es sólo golpeteo político de coyuntura por el próximo nombramiento de cuatro nuevos consejeros ni por el proceso electoral de 2021. Tras su llegada al poder a fines de 2018, el lopezobradorismo ha puesto en marcha distintas estrategias que responden a una deliberada intención de menoscabar al INE.
Carlos Bravo Regidor (Ciudad de México, 1977). Estudió Relaciones Internacionales en El Colegio de México e Historia en la Universidad de Chicago. Es profesor-investigador asociado en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), donde además dirige el Programa de Periodismo.