Un axioma muy válido de la política mexicana es: "Los amigos del Presidente son de mentiras, pero los enemigos son de a deveras". Bien haría el Presidente López en dejar de cocorear a los legisladores norteamericanos y llamar a Estados Unidos "candil de la calle, oscuridad de su casa" y otros "piropos" similares con el fin de no encamionarlo más contra su Gobierno.