OPINIÓN

Divorciados

Guadalupe Loaeza EN REFORMA

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"Ella es Angélica; pronto nos casaremos", fueron las palabras con las que Enrique Peña Nieto presentó al Sumo Pontífice a su novia. Poco después, el Papa saludó y dio la bendición a los seis pequeños que solían formar la familia Peña Nieto-Rivera, así como a las respectivas madres de los futuros contrayentes. Seguramente el Papa Benedicto XVI no sabía que entre el futuro matrimonio existía un contrato por seis años, ideado por Televisa para que el novio llegara a la Presidencia, apoyado por la popularidad de La Gaviota. Tal vez al ver a la pareja y tratándose del candidato a la Presidencia por el partido más pecador del mundo, el PRI, el Papa Benedicto intuyó que, entre ellos, no existía un ápice de amor.