OPINIÓN

Disfrute su vuelo

Eduardo Caccia EN REFORMA

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Volar se ha vuelto un tropiezo. De vivir en estos años en que uno desayuna en la frontera norte, come en la capital y descansa -o lo intenta- en una tercera coordenada, Wilbur y Orville Wright se sorprenderían de los avances tecnológicos en aviación, portentoso invento del que alguna vez fueron pioneros, pero seguramente estarían sacudidos de experimentar las vicisitudes a las que está expuesto un viajero, ser en tránsito con capacidades asombrosas de adaptación a un flagelo de cuatro letras: AICM.