Lamentable y trágica víctima del coronavirus ha resultado en México el diálogo. Murió éste dejando solo al MONÓLOGO, que campea solitario en nuestra arena social y política. Sólo una persona tiene la razón, sólo una persona decide, sólo una persona monopoliza el micrófono, sólo una persona opina, sólo una persona dictamina, sólo una persona impone y sólo una persona formula las doctrinas que rigen la vida política y social en México.