El tiempo, mis queridos lectores, es un recurso no renovable: el tiempo que pasó, pasó, ya no es recuperable. Por esto es que no es nada para festejar que ayer el Emperador macuspano ROMPIÓ RÉCORD propio con la mañanera más larga de la historia.<BR><BR>Habló el Tlatoani por TRES HORAS y TREINTA...