Despedirse a la mexicana
Eduardo Caccia EN REFORMA
4 MIN 00 SEG
Por algún motivo arraigado en nuestra psique cultural, cuando el mexicano se despide de una reunión social espera que el anfitrión, a modo de cortesía elemental, le pida que no se vaya. Sobreviene una diplomática negociación en la que el invitado concede permanecer "un ratito más"; a sabiendas que el diminutivo es la fórmula nacional de la indefinición y un efectivo recurso para negociar. Vendrá en cierto momento un "ahora sí, ya nos vamos", señal contundente de la retirada, a la que el dueño de la casa no se opondrá, con otra hermosa floritura verbal: "bueno, se van porque quieren". Las partes han salido airosas en un juego de mascaradas que tendrá un nuevo episodio, anunciado con el tradicional "nos vemos pronto".
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Nací arqueólogo sin saberlo. Una cueva remota y oscura confirmó mi vocación: lo mío sería desenterrar significados. Veo cosas y escribo y escarbo. Leo para darme cuenta lo poco que sé de todo. Fundador de Mindcode, ayudo a innovar y entender la conducta del consumidor. Hago preguntas para encontrar respuestas y después tengo más preguntas. Lo mío es caminar en la cueva, encontrar la luz y volver adentro. Al final espero un epitafio corto: Signifiqué.