OPINIÓN

Desde las cenizas

Eduardo Caccia EN REFORMA

4 MIN 00 SEG

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El fuego es símbolo de destrucción y creación, de peligro y progreso. Cuando a Jean Cocteau le preguntaron qué salvaría si su casa se incendiara, respondió con una metáfora que arde en la memoria: "Salvaría el fuego". No se refería a objetos ni recuerdos materiales, sino a esa chispa esencial, a la fuerza primigenia que ha modelado a la humanidad, un elemento que transformó nuestro destino. Más allá de que ha forjado metales que impulsaron civilizaciones, el fuego encarna algo inmaterial y eterno: la capacidad humana de crear, transformar y renacer de las cenizas. Es el motor que alimenta ideas y cambios, el símbolo de que, incluso en la pérdida, queda una llama interior que nos permite comenzar de nuevo.