El tema de las desapariciones suele llamar la atención de manera intermitente. En el ámbito nacional adquirió recientemente relevancia con la presentación del informe sobre fosas clandestinas y personas desaparecidas por parte de la Comisión Nacional de Búsqueda el pasado 6 de enero. No era para menos: 61 mil 637 personas desaparecidas constituyen una tragedia, no solo para quienes son cercanas a ellas sino para la sociedad en general y para el Estado mexicano. Los casos reportados sobrepasan a los de países afectados por la misma práctica, como Guatemala, con 45 mil, o Argentina, con 30 mil. En el estado de Jalisco las repercusiones del informe han coincidido con la realización de un foro sobre el tema en el ITESO, Universidad Jesuita de Guadalajara, y con la discusión que se ha dado en el Congreso local, desafortunadamente poco concurrida por legisladores, de cara a la aprobación de leyes relacionadas con este crimen.