Si fuéramos niños preferiríamos que nos picara una serpiente venenosa antes que dejarnos "vacunar" con las ampolletas cubanas que anunció ayer López-Gatell, el Dr. Mengele del trópico. Habiendo Pfizer, Moderna, Astra-Zeneca y muchas otras de primer mundo, probadas y aprobadas por la FDA y la OMS, ¿qué necesidad hay de andar experimentando, arriesgando a los niños mexicanos a quedar desprotegidos?