La juventud, en general, tiene una mejor vida hoy que la que se tenía en siglos anteriores y cosecha lo que sembramos generaciones pasadas en términos de libertad, derechos y apropiación de espacios. Y, sin embargo, enfrentan complejidades que nunca imaginamos. Antes pensaba que cada generación llegaba al mundo equipada con lo necesario para adaptarse a los retos que habría de enfrentar en el curso de la vida. Al fin y al cabo, me decía, a cada una le toca sortear sus propias circunstancias. Además, las normas socioculturales estaban ahí para brindar cierta directriz de por dónde andar y cuáles eran las responsabilidades a asumir en cada etapa de la vida.