Democracia y buen gobierno

La democracia no necesariamente vuelve más eficaces a los gobiernos, pero la ineficacia del gobierno vaya que puede debilitar a las democracias. Sobre todo en países sin una larga ni arraigada tradición democrática, donde el proceso de democratización es más o menos reciente y el propio cambio de régimen supuso, de un modo u otro, la expectativa de que la democracia engendrara, efectivamente, un mejor gobierno. El significado de ambos conceptos (democracia y buen gobierno) siempre está sujeto a disputa y reinterpretación, cambia con el tiempo y puede variar de un lugar a otro. No obstante, más allá de sus respectivos derroteros históricos y del valor que en sí mismo pueda tener cada uno por separado, hoy en día resulta muy difícil, por un lado, defender a las democracias de las que emanan malos gobiernos y, por el otro, concebir la posibilidad de un buen gobierno que no sea democrático.