El Trump que el próximo lunes regresará a dormir a la Casa Blanca será un político muy distinto al que, hace cuatro años, abandonó la residencia presidencial. Ya no será el novato que encontraba contención a sus ocurrencias. El político que regresa al poder tiene experiencia y rencor. Identifica las resistencias que bloquearon su mando y tiene bajo la mira a sus enemigos. En su primer mandato era, en alguna medida, la cabeza de una coalición dentro de su propio partido. Ahora tiene en su puño todas las riendas de su gabinete, de su partido y del Congreso. Una agenda radical que encuentra poder absoluto.
Estudió Derecho en la UNAM y Ciencia Política en la Universidad de Columbia. Es profesor de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey. Ha publicado El antiguo régimen y la transición en México y La idiotez de lo perfecto. De sus columnas en la sección cultural de Reforma han aparecido dos cuadernos de Andar y ver.