OPINIÓN

Dejemos de ser cómplices

Jorge Suárez-Vélez EN REFORMA

3 MIN 30 SEG

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Sería un error pensar que la garrafal destrucción que México sufre es atribuible a un solo hombre. Hay, cuando menos, tres tipos de colaboradores. Primero, están quienes lo son involuntariamente, quienes creen en el "proyecto" por una mezcla de inocencia, ignorancia o idealismo. Ese es el caso de funcionarios como Rocío Nahle, quien ha despedazado el sector energético por su incapacidad y extrema incompetencia, más que por mala fe. También está el de otros como Bartlett. Es difícil saber si su complicidad se debe a su rancia ideología o a su monumental mezquindad. Quizá se deba a ambas.