México ya no es una democracia, ni siquiera defectuosa. De acuerdo con el Democracy Index de la revista The Economist, somos un régimen híbrido, entre uno autoritario y una democracia defectuosa. Fuimos una democracia defectuosa desde la creación del índice en el 2006 hasta el 2021, cuando pasamos a ser híbridos. Ocupamos el lugar 89 de los 167 países analizados, diez lugares abajo de Senegal. Nuestra peor calificación, de 1.88, es en el rubro de cultura política, idéntica a la de Venezuela o Ecuador.
Carlos Elizondo Mayer-Serra, politólogo (Oxford) e internacionalista (El Colegio de México), se ha dedicado a investigar la tensión que existe entre lograr gobernarnos democráticamente y crecer económicamente. Su más reciente libro, Los de adelante corren mucho: Desigualdad, privilegios y democracia, discute esta tensión para el caso del continente americano. Es profesor de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey.