Hace dos décadas -despiadado es el tiempo- cuando trabajaba en la industria del calzado, visité varias fábricas de zapatos; mi fascinación era total cuando veía ese proceso hombre-máquina del corte de piezas, el montaje o el cardado de la piel para texturizar la gamuza. Había un hombre mayor al que me gustaba preguntarle sobre su labor y, cosa curiosa, jamás me habló del proceso sino de sí mismo: me gusta el olor, es bonito sentir que quedó parejito el corte. He pensado en el minuto de silencio que tenemos que guardar por los procesos introspectivos que se fueron al carajo con la tecnología y el reemplazo que, no sólo de nuestras manos, sino ahora también de nuestros pensamientos, hará la Inteligencia Artificial.
Es escritora, autora de los libros Cuentos de maldad (y uno que otro maldito) y El niño que fuimos bajo el sello de Alfaguara; Las noches habitadas (Editorial Planeta) y Damas de caza (Editorial Plaza y Valdés). Ha colaborado en El Cultural de La Razón, The Washington Post, SinEmbargoMx, El Malpensante, Confabulario de El Universal, Revista GQ, Revista SOHO y otros medios. Desarrolla guiones para cine, teleseries y audioseries.