Cruda, dura, terrible. La realidad de Pumas es de espanto, su presente es de miedo y su actualidad, de pena. Una película de terror es lo que está viviendo el equipo universitario. Sus días están inmersos en un filme que parece no tener fin. Se han adentrado a una malévola serie a la que se le agregan más y más episodios repletos de intriga. Y de la mala.