OPINIÓN

De rodillas y llorando

LA OTRA HISTORIA DE MÉXICO / Catón EN REFORMA

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Era don Nicolás Santiago Herrera, cura de Uruapan, un muy amable sacerdote. Por su bondad y su sapiencia todos lo querían. Nadie lo llamaba por su nombre: todos se referían a él como "El Venerable", que así son llamados en términos de iglesia los que van por el camino de la santidad.