Sólo les falta a los Diputados suplicarle de rodillas y muy penitentes al Secretario de la Defensa que les explique qué hará con el chorro de dinero que le asignarán en el presupuesto 2023 para evitar hackeos. Ahora bien: el General Sandoval tiene un jefe, de acuerdo a nuestras leyes su jefe es el Presidente de la República, quien le puede -y debe- ordenar que deje a un lado su actitud majadera y retadora ante los legisladores que le han solicitado un encuentro y se presente ante ellos a responder a sus preguntas. Esto donde sea citado, que no es ni debe ser su oficina en un Campo Militar.