La batalla digital 3G. La víspera de una sociedad digital móvil comenzó en el viejo continente. Estados, autoridades y empresas tecnológicas liberaron inversión e infraestructura. Las marcas Nokia, Ericsson, Alcatel-Lucent tenían el control tecnológico. Junto a ellas, surgió una nueva generación de regulación en materia de competencia y regulación del sector liderada por Ofcom, una referencia tomada por toda América Latina. La huella de una filosofía especializada en sobrerregular se desbordó. Hoy, Europa está saturada de operadores, con un mercado atomizado, carece de economías de escala, padece hipertrofia en materia de competencia, protección de datos, protección al consumidor y contenidos audiovisuales.