Margaret Thatcher, extraordinaria Primer Ministra británica, portaba el apodo de "Dama de Hierro". No obstante, jamás empleó expresiones denostativas, insultantes o agresivas hacia sus críticos u oponentes. La simplicidad de sus ideas y la elocuencia con la que las expresaba le bastaron para realizar en Gran Bretaña un dramático resurgimiento, tanto económico como social.