Cumplir la ley

El Presidente parece que aún está en campaña. Insiste en muchos casos, no sin razón, en echar la culpa al neoliberalismo; evidentemente que las cosas estaban mal, y para eso quería gobernar, para revertirlas. Ahora que ya gobierna la población está ávida de resultados, sobre todo acabar con la corrupción e impunidad. Para luchar contra estos flagelos, no bastan buenos deseos, exhortaciones o cartillas morales, se requieren leyes estrictas y procuración e impartición de justicia a prueba de toda deshonestidad, con mecanismos de supervisión. Para que la ley se cumpla, ésta debe causar temor.