OPINIÓN

"-¿Cuánto por salvarme la vida?".

LA OTRA HISTORIA DE MÉXICO / Catón EN REFORMA

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Doscientos realistas quedaron muertos en las inmediaciones del fuerte de El Sombrero. Sus compañeros se dispusieron a recoger los cadáveres para darles sepultura, pero Liñán dio una orden terminante: no se sepultaría a los muertos, para que el hedor de los cuerpos putrefactos hiciera a los insurgentes abandonar el sitio.