Son el paisaje más predominante de la Capital y el ecosistema más amenazado a lo largo de los años. De acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (
Conabio), el 33% del total de territorio de la Ciudad de México está compuesto por bosques templados, zonas repletas de pinos, encinos y oyameles. El resto es de uso urbano (40% del territorio) y superficie agrícola (27%).