No van a dejar de matar periodistas en México. Las autoridades no hacen casi nada para prevenir esos crímenes y, cuando se cometen, tampoco hacen casi nada para resolverlos. La mayoría de los medios de comunicación da la noticia como parte de la grotesca normalidad del día a día, integrada en la rutina del ciclo informativo, sin realmente actuar en consecuencia con el hecho de que una agresión contra une representa una agresión contra todes. Buena parte de la sociedad, fatigada de tanta nota roja y ya muy curtida en la indolencia y la resignación, tampoco se da por agredida, más bien parece asumir que el asunto solo afecta a les periodistas, no a la libertad de expresión ni al derecho a saber de toda la ciudadanía. El gremio reacciona como ha reaccionado siempre: dolido, se lamenta, demanda, se enfurece, protesta... Pero al final todo acaba desembocando, otra vez, en lo mismo. Y nada cambia, los asesinatos de periodistas se siguen acumulando en la soberana impunidad.
Carlos Bravo Regidor (Ciudad de México, 1977). Estudió Relaciones Internacionales en El Colegio de México e Historia en la Universidad de Chicago. Es profesor-investigador asociado en el Programa de Periodismo del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).