En enero, 2020 se perfilaba para convertirse en el "Súper Año" de desarrollo sustentable. Un número creciente de empresas globales con activos superiores a $40 billones de dólares se comprometieron a transitar hacia sistemas de producción y financiamiento más responsables y bajos en emisiones. Por primera vez en su historia, el reporte de riesgo del Foro Económico Mundial posicionó los riesgos climáticos y ambientales por encima de los económicos y geopolíticos. En el marco de la ONU, se tomarían decisiones fundamentales sobre cambio climático, biodiversidad y océanos que hoy en día han sido postergadas por la pandemia.