Quizás el mayor problema del país no sea la corrupción
La corrupción: durante toda la campaña, y desde que entró en funciones el nuevo gobierno, no hemos dejado de escuchar que la corrupción, en sus distintas encarnaciones, es el mayor problema del país, por encima de la violencia o la desigualdad. Una corrupción endémica y atroz, que todo lo permea y todo lo destruye, una corrupción que es como una imparable mancha de aceite, una corrupción que, afincada en la lógica neoliberal que el Presidente tanto aborrece, es la culpable de todo lo que no marcha en el país. La corrupción, pues, como el gran enemigo: si antes fue el narco -y su representación como mal absoluto-, ahora es esa especie de hidra de mil cabezas, abstracta y repulsiva, a la que se achacan todos los males de México.
(México, 1968). Es autor de la novelas En busca de Klingsor, El fin de la locura, No será la Tierra, El jardín devastado, Oscuro bosque oscuro y La tejedora de sombras. Y de ensayos como Mentiras contagiosas, El insomnio de Bolívar y Leer la mente. En 2009 obtuvo el Premio José Donoso de Chile por el conjunto de su obra. Sus libros han sido traducidos a 25 idiomas. En 2014 se publicará su novela Memorial del engaño.