No es cierto que el país estuviera en el nirvana al inicio de los ochenta: fue un espejismo por los precios del petróleo y la disponibilidad de deuda externa
En 2018 se manifestaron dos Méxicos contrastantes, pero igualmente válidos y representativos: el de una población enojada y resentida que quiere cambiar su realidad, aunque no tenga un rumbo claro, y el de otra que quiere tener acceso a una educación moderna, una exitosa inserción global y una capacidad real para elevar la productividad en un contexto de Estado de derecho y reglas del juego claras. La primera cohorte votó masivamente por AMLO y espera resultados prontos. La segunda vio mejorías a lo largo de las últimas décadas pero no está satisfecha. Votaron diferente, pero enfrentan -enfrentamos- los mismos desafíos.
Presidente de México Evalúa-CIDAC, institución independiente de investigación. Fue presidente de la asociación de estudiosos de riesgo político y miembro de la CDHDF. Recibió el Premio Dag Hammarksjold (93) y el Nacional de Periodismo (98). Entre sus libros están Un mundo de oportunidades y El Dilema de México: los orígenes políticos de la crisis económica. Es doctor en ciencia política y tiene especialización en administración financiera.